jueves, 22 de diciembre de 2011

Mar brava, puertos escondidos y cafés conversados

Me resulta un tanto complicado escribir, como bien dijo una vez mi primo Juan Carlos, "algo, cualquier cosa...", con el ánimo de cerrar el año con comentarios inteligentes (o al menos inteligibles) sobre lo que se va quedando en la pluma a modo de reflexión compartida.  Y sin embargo, aquí vamos:

Para este anunciado y bullido 2012 que se apronta con anuncios del fin del mundo e inicios de ciclos llenos de experiencias cósmicas,  deseo con toda mi fuerza...

Que todos tengamos MAR BRAVA EN LA QUE NAVEGAR, para que nunca se nos olvide lo importante de aprender las cosas viviéndolas y no sólo mirando de lejos; y para que mantengamos la humildad con esta tierra que nos prestaron para vivir;

Que no nos falten PUERTOS ESCONDIDOS donde llegar, para que en nuestro camino nunca estén ausentes los cómplices, que nos esperan en ese lugar que sólo nosotros sabemos y cuyas coordenadas están guardadas con férrea lealtad;

Que siempre nos acojan los CAFÉS CONVERSADOS y los CHOCOLATES CALIENTES, para que solos o en colectivo, encontremos siempre una fuente de donde sacar energía y paz.

 

Agradecida de la vida, ilusionada con mi familia y seguidora de mis amigos, les dejo mil bendiciones. Que la dulce locura y la libertad del desamarre los acompañen todo el año.

Marce

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